Beb©s, ni±os, adolescentes y adultos invisibles pasan de largo por la vida sin ser vistos. No se sienten parte del mundo ni se sienten integrados con quienes lo habitan. La invisibilidad es uno de los m¡s dolorosos estados que un ser humano puede experimentar. Lamentablemente, esta invisibilidad se origina en el lugar donde el ni±o deber­a sentirse m¡s protegido y amado: el hogar. La indiferencia de los padres lleva al ni±o a sentirse ignorado, inseguro y abandonado. Para protegerse, el ni±o ignorado desarrolla inconscientemente estrategias que en un principio le ayudan a aminorar la frustraci³n y el dolor, pero que a la larga se convertir¡n en un problema. Pero, ¿cu¡nta atenci³n necesitan los ni±os?, ¿c³mo saber si la que se les est¡ dando, aunque parezca mucha, en realidad es inadecuada o insuficiente?, ¿c³mo desandar el camino de invisibilidad al que sin querer los hemos orillado?, ¿qu© hacer con nosotros mismos si, ya siendo adultos, seguimos arrastrando las secuelas de la indiferencia? Acomp¡±ame por las p¡ginas de este libro para aprender c³mo otorgar a nuestros hijos de cualquier edad uno de los m¡s grandes regalos de amor: ser vistos. ENGLISH DESCRIPTION Invisibility is one of the most painful states that a human being can experience. Lamentably, this invisibility originates in the place where children should feel the most protected and loved: their homes. A parent's indifference leads children to feel ignored, insecure, and abandoned. To protect himself, the ignored child unconsciously develops strategies that at first help him to reduce frustration and pain, but in the long term they become a problem. But how much attention do children need? How can we know if the amount we're giving them, even if it seems like a lot, is really inadequate or insufficient? How can we retrace our steps to undo the invisibility we have inadvertently led them to? What can we do with ourselves if, as adults, we continue to bear the consequences of indifference? Accompany me through the pages of this book to learn how to give our children of any age one of the greatest gifts of love: the gift of being truly seen.